B) Características de los núcleos de población

Los municipios que componen el ámbito del proyecto son predominantemente pequeños pudiéndose ver que sus poblaciones oscilan entre un máximo de 10.386 habitantes de Íllora y 146 de Lobras.

Este comportamiento demográfico es característico de territorios de montaña y de amplias áreas de larga tradición rural que viene a coincidir con unos términos municipales de pequeña extensión. En la siguiente tabla se recogen los principales núcleos que tienen una población mayor a los 5.000 habitantes y que juegan cierto papel de centralidad:

 

Los núcleos principales, mayores de 5.000 habitantes tienen las siguientes características:

 

Aunque nos encontremos ante un medio netamente rural y de montaña, con su característica tendencia al hábitat concentrado, también se puede encontrar, en concreto, en municipios correspondientes a los Montes Orientales y Occidentales, distribuciones de población del municipio entre un núcleo principal y otros asentamientos. Por lo general, no se trata de una población diseminada, sino más bien de unos núcleos de entidad bastante sólido, incluso de antiguos municipios en muchos casos, que han pasado por un proceso de concentración municipal. No obstante, en la comarca de la Alpujarra no es difícil hallar municipios en donde se está produciendo una cierta recuperación de la población más sobre la base del crecimiento en diseminado que por la población de los núcleos urbanos.

En cuanto a problemáticas comunes son destacables las dificultades de accesibilidad, muy marcadas en zonas como la Alpujarra, donde el terreno abrupto se acentúa, y una no siembre adecuada gestión ambiental, tanto en lo que respecta a la depuración de aguas como a los residuos sólidos urbanos. Es de tener en consideración el papel especial de algunos de estos núcleos de montaña o de aquellos otros núcleos ubicados en zonas como el Altiplano que se convierten en focos de atracción turística y, al mismo tiempo, en receptáculos de valores naturales, ecoagrarios así como históricos y etnográficos. Conciliar estas fuentes en principio contradictorias suele ser un reto para la ordenación. La edificación inadecuada y el tratamiento inapropiado de espacios y bordes urbanos y la importación de patrones de vida foráneos suelen constituir una amenaza.

En el plano social se repiten las problemáticas comunes de los medios rurales como el paro de larga duración y particularmente de los mayores de 40-45 años, el paro femenino y la falta de perspectivas dentro de la comarca para la población joven. Algunas de estas zonas están padeciendo un cierto repunte demográfico por la llegada de nuevas clases de población (“neo-rurales”) que pueden introducir disfunciones en los servicios o incluso algún problema de adaptación entre éstas y a la comunidad tradicional.

Evolución de la población

Está marcada por  una emigración muy fuerte entre los años  60 y 80 del siglo XX, en favor de zonas más prósperas dentro y fuera de la provincia.

En el siguiente gráfico se compara en términos de evolución demográfica el ámbito del proyecto con la media del resto de la provincia y de Andalucía. Se puede ver como el ámbito del proyecto sufre una clara inflexión a partir de los años 60, con un comportamiento contrario al resto de los ámbitos que mantienen unos crecimientos interrumpidos aunque desacelerados en las últimas etapas.

Densidad

Como consecuencia se ha producido un vaciamiento progresivo del territorio. El gráfico siguiente muestra como la densidad demográfica media es bastante  menor que la del resto de la provincia, y también por debajo de Andalucía.

 

El siguiente mapa de densidades por tramos confirma lo anterior y muestra, además los desequilibrios internos de las comarcas al reflejar las densidades por municipios.  Se puede observar que los municipios pertenecientes al ámbito MAS-MED obtienen unas densidades de población por debajo de los 25 hab/km²; sólo aparecen valores superiores en determinados municipios al estar ligado a importantes vías de comunicación como ocurren en algunos territorios del poniente de la provincia (Huétor Tájar, Villanueva Mesía, Íllora y otros) u otros municipios como Purullena. También hay valores algo superiores en el área de la Alpujarra vinculados a municipios ubicados en fondo de valles, como son los casos de Lanjarón y Órgiva o los de Cádiar y Ugíjar.

Por otro lado, los valores medios obtenidos expresa muy a las claras la gran diferencia de densidad de población con respecto al resto de la provincia y Andalucía.

 

Estructura por edades

La emigración acelera los cambios en la estructura por edades ya que afecta a las capas de población económica y demográficamente más activas. En la siguiente gráfica se aprecia para mujeres y hombres el ensanchamiento del grupo de mayores de 65 años, mucho más acusado en el área del proyecto que en los ámbitos comparativos de referencia. También se observan una significativa diferencia en el número de efectivos hasta los 65 años pero en este caso por tener valores menores con respecto a los datos del resto de la provincia y Andalucía.

Lo mismo se puede observar en pirámides de población (Fuente SIMA. Padrón 2009). La que se corresponde con el ámbito del proyecto muestra un claro ensanchamiento con respecto a las otras en el grupo de edad superior, así como un estrechamiento relativo de los escalones entre 25 y 50 años:

Saldos vegetativos y migratorios

Los siguientes gráficos comparativos muestran el crecimiento natural (saldo vegetativo) y el real (saldo vegetativo + saldo migratorio). En ellos se muestra la regresión demográfica del ámbito del proyecto que presenta saldos negativos en ambas variables.