B) Características de los núcleos de población
Los municipios de la zona de actuación pertenecientes al área metropolitana son los siguientes: Albolote, Atarfe, Alfacar, Cenes de la Vega, Cijuela, Calicasas, Cájar, Cullar vega, Cogollos Vega, Chauchina, Dúdar, Fuentevaqueros, Gójar, Güejar Sierra, Güevéjar, Huétor Santillán, Huétor Vega, Jun, Láchar, Monachil, Ogíjares, Nívar, Otura, Peligros, Pinos Genil, Pinos Puente, Pulianas, Quéntar, Santa Fe, Las Gabias, La Zubia, Vegas del Genil, Ventas de Huelma, Víznar.
Los municipios de la zona de actuación pertenecientes a la comarca del Temple son: Alhendín, Chimeneas, Agrón, Albuñuelas, Dílar, Dúrcal, Escúzar, Ítrabo, Jete. Lecrín, La Malahá, Los Guájares, Nigüelas, Padul, El Pinar, El Valle, Vélez de Benaudalla, Villamena, Lentegí, Molvízar, Otivar.
Los municipios de la zona de actuación pertenecientes a la comarca de la Costa son: Albuñol, Gualchos, Lújar, Polopos, Rubite, Salobreña, Sorvilán.
El conjunto de los municipios que componen el ámbito geográfico de actuación tiene un total de 313.116 habitantes en 2010, de los cuales el 50,6% son varones y el 49,4% son mujeres. El aumento de población en 10 años ha sido muy alto, con un crecimiento acumulado en el periodo de 38,4%, lo que en términos absolutos supone unas 86.829 personas más, esto cobra más relevancia si se compara con el crecimiento acumulado de toda la provincia que es del 14% aproximadamente.
La distribución por grupos de edad permite confirmar que es una población que se caracteriza por su juventud comparativamente con la provincia, el porcentaje de personas menores de 15 años (17,6%) en 2010 está por encima del que presenta la provincia en su conjunto. Por otro lado el peso de la población mayor (12,5%) desciende en estos diez años y está por debajo del que muestra la provincia.
Analizando la pirámide poblacional y sin entrar en demasiada profundidad se observa el fuerte aumento poblacional, junto a un crecimiento de la base de la pirámide, es decir, la llegada en estos años de población joven ha provocado no solo un rejuvenecimiento de la población sino un aumento de la natalidad considerable. Por tanto estamos ante una población que se caracteriza por no tener grandes desequilibrios de edad y sexo, relativamente joven y con una dinámica poblacional expansiva que se mantendrá en tanto las condiciones sociolaborales lo permitan. Se puede afirmar que esta dinámica poblacional se debe a un cierto dinamismo económico reciente de la zona junto a la consolidación de muchos de los municipios de la zona como elección residencial para la conformación de nuevos núcleos familiares.
En el siguiente cuadro se recogen los datos poblacionales desde 1998 hasta el año 2010, tanto en términos absolutos como en términos de crecimiento interanual, destacando el fuerte crecimiento medio, especialmente desde 2002 hasta 2006, con tasas de incremento por encima del 4%.
El sector de la construcción ha marcado este territorio en varios sentidos, por un lado el buen momento económico vivido hasta 2008 ha propiciado la creación de nuevos núcleos familiares, y por tanto el acceso a la vivienda, aún siendo difícil por la escalada de precios, ha sido masivo en muchos casos por los altos salarios asociados al sector de la construcción e industrias afines. Dicha dinámica urbanística ha supuesto que los nuevos hogares se crean en muchos casos fuera de la capital pero en núcleos cercanos o con acceso a la metrópoli, y como se ha especificado esta zona es la suma de tres grandes tipologías, área metropolitana, zona intermedia conectada por grandes viales y costa, teniendo cada una peculiaridades distintas pero compartiendo finalmente un mismo resultado que es su consolidación como espacios receptores de población joven.
El problema es en qué medida el rápido desarrollo de la zona puede revertir en un fuerte deterioro cuando las condiciones laborales se deterioran para un colectivo con cargas familiares y con un nivel de endeudamiento muy elevado.
